Senda del Estraperlo

Posted By Espinosiega on Abr 26, 2019 | 0 comments


La ‘Senda del estraperlo’ es un precioso recorrido bien señalizado que remonta el curso del río Trueba entre las localidades burgalesas de Espinosa de los Monteros y Las Machorras. Son 6,5 km casi llanos, a través de un paisaje verde intenso, pegado a la orilla de un torrente de montaña que nace en las nieves del Castro Valnera. Una inmersión en la naturaleza y un guiño a los tiempos duros de la posguerra.

Características:

  • Duración: 1:36h
  • Dificultad: Fácil
  • Distancia: 6,43km
  • Desnivel subida: 175.07m
  • Desnivel bajada: 111,36m

Arriba, área recreativa en Bárcenas. A la izquierda, escaleras en el Paso Malo. A la derecha letreros indicadores en Bárcenas.

‘Estraperlo’ es un acrónimo formado con los apellidos de Strauss, Perel y Lowann, unos judíos holandeses que protagonizaron una estafa y un escándalo político durante la Segunda República Española. Cuando el 14 de mayo de 1939 se implanta el racionamiento para paliar la escasez de alimentos surgió la picaresca y el producto estrella del racionamiento y por tanto del tráfico ilegal, es decir el ‘estraperlo’, fue el pan.

El valle del Trueba encauzaba el viaje clandestino de la harina de las Merindades hacia las Merindades hacia el Cantábrico. Allá vamos. Puente de la torre de los Velasco. Piscinas fluviales y dique. Caminamos por la orilla del río hasta el aparcamiento de Ferial. Inicio del recorrido señalizado con marcas blancas y naranjas. El camino cruza la llanura inundable del Trueba entre álamos blancos, abedules y chopos hasta la cuesta de Bárcenas (0h.40′). Postes indicadores. Área recreativa bajo un gran roble. Bordea el pueblo, que es antiguo, con casas blasonadas y de solera. Al otro lado, en el desvío al barranco de Domingo Pájaro, salta de orilla por un puente.

Letrero indicador ‘Las Machorras’. Es conveniente no perder de vista las marcas naranjas y blancas que nos guían entre el arbolado, recrecido y salvaje. Pegado a la ladera izquierda del Trueba cruza el bosque, se asoma al cauce del Trueba, rumoroso. Saltan las truchas en los remansos. Se dejan oir los pájaros y con atención descubrimos cagarrutas de ¿corzo? ¿jabalí? ¿zorro?… Son tres kilómetros largos entre la vegetación de ribera: avellanos, chopos, abedules, mimbres y alisos, con robles y pinos en las solanas.

La senda se aparta del río en el ‘Paso Malo’ para evitar -en invierno- con una escalera una zona embarrada y poco transitable. Un puente de madera salva un arroyo seco en verano. Un poco más allá hay un manantial -potable para caminantes acostumbrados- y tras una chopera se asoman las casas y la iglesia de las Machorras (1h.30′). Objetivo cumplido. Sin estraperlo pero con ganas de comer. Volvemos por la misma ruta.

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